La práctica de no comer carne durante el viernes santo, día en que Jesús fue crucificado, se fundamenta para el credo católico en base a lo que consta en el libro "Código de Derecho Canónico", que dice así:
Canon 1249.
Todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados por ley divina a hacer penitencia; sin embargo, para que todos se unan en alguna práctica común de penitencia, se han fijado unos días penitenciales, en los que se dediquen los fieles de manera especial a la oración, realicen obras de piedad y de caridad y se nieguen a sí mismos, cumpliendo con mayor fidelidad sus propias obligaciones y, sobre todo, observando el ayuno y la abstinencia, a tenor de los cánones que siguen.
Canon 1250.
En la Iglesia universal, son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año y el tiempo de cuaresma.
Canon 1251.
Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
La mirada evangélica
Mientras tanto, para la comunidad cristiana evangélica, no es relevante comer carne o no en ese día, aunque muchos son los que se inclinan a comer pescado, debido a la gran oferta comercial de esos días, que "sustituye" a la carne roja.
Es conocido que la biblia, como palabra de Dios que es, no enseña sobre esta práctica. En cambio sí Jesús instituyó la celebración de la Cena del Señor a realizarse con el pan y el vino. Luego sobre la abstinencia de alimentos, Jesús y los apóstoles enseñaron sobre el "ayuno". Es por eso la importancia de conocer las escrituras, para comprender lo que realmente cuenta para Dios.
Romanos 14:5
Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales
todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su
propia mente.
Romanos 14:14
Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es inmundo
en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo,
para él lo es.
Romanos 14:17
porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino
justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.
Gálatas 4:9
mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos
por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles
y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a
esclavizar?
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