27/03/15 - ChristianPost - Un gran milagro: Un niño de 22 meses de edad de Pennsylvania, que había sido declarado muerto por más de hora y media, volvió a la vida, luego de caer en un arroyo.
A las seis de la tarde del pasado 11 de marzo, Gardell Martin y dos de sus hermanos estaban jugando en el patio trasero cuando de manera inesperada cayó en el arroyo.
Un vecino que acudió a ayudar a la familia de Gardell, encontró al niño alrededor de media hora más tarde, a casi un cuarto de milla río abajo, distancia que lo llevó la fuerte corriente. El chico estaba atrapado en una rama, boca abajo en el agua helada, y sin vida. Primeros auxilios ya estaba en camino cuando Gardell fue sacado del agua.
“Sabía que venía ayuda en camino así que reuní el resto de los niños a mi alrededor y oré”, dijo la Señora Martin.
Mientras la familia oraba, técnicos y médicos de emergencia ya estaban realizando RCP al pequeño niño. Gardell finalmente fue trasladado al Hospital de Niños de Janet Weis Geisinger en Danville, donde el personal de cuidados intensivos pediátrico ya estaba esperando a su llegada.
“Tan pronto como llegó y lo sacamos de la camilla a la mesa todo el mundo comenzó a trabajar”, dijo el doctor Richard Lambert de cuidados intensivos pediátricos. “Él no tenía pulso y no estaba respirando por sí mismo y no tenía función neurológica. Estábamos haciendo todos esas cosas por él… la RCP y la respiración que se estaba haciendo a través del tubo ET.”
“Él estaba muerto”, declaró el Dr. Lambert.
“No había ninguna señal de vida en una hora y 41 minutos”, dijo el doctor Frank Maffei, el director de terapia intensiva pediátrica.
El Dr. Maffei dijo que la temperatura corporal del Gardell se redujo a cerca de 75 grados, que es casi 25 grados por debajo de lo normal. Este estado hipotérmico similar permitió al niño sobrevivir. “Sus órganos estaban en un estado de protección. Tenían muy pocas necesidades metabólicas.”
La frecuencia del pulso y el corazón del niño volvieron eventualmente según su cuerpo se calentaba lentamente.
El Dr. Maffei dijo que creía que ningún niño en el noreste de Pensilvania había sobrevivido sin pulso tanto tiempo como lo hizo Gardell.
La madre del niño, Rosa, agradeció el milagro médico de su hijo, diciendo: “No puedo agradecerles lo suficiente Nos sentimos muy indignos y muy agradecidos.”
Los médicos dijeron que continuarán monitoreando a Gardell pero que todos los indicios apuntaban a su recuperación total.