18/04/18 - Causó una verdadera conmoción los sucedido con el vuelo 1380 de la compañía Southwest Airlines, en su paso entre Nueva York y Dallas. Según autoridades de aviación, uno de los motores explotó, rompiendo una ventana, matando a una pasajera que estaba sentado al lado del ala del avión.
A causa de los problemas en el fuselaje que desestabilizó la aeronave, la piloto Tammie Jo Shults, de 56 años, necesitó mucha habilidad y fe para conseguir aterrizaje en seguridad. Para los pasajeros, no hay duda de que fue una heroína, salvando la vida de los otros 143 pasajeros a bordo.
Una de las sobrevivientes, Amanda Bourman usó su perfil en el Instagram para agradecerla: "La piloto Tammy Jo es tan increíble! Ella nos colocó en seguridad en el suelo. Dios envió a sus ángeles para cuidarnos, realmente oí a alguien decir: 'hay un Dios!'.
La piloto es evangélica, está formada en la Nazarena Universidad MidAmerica, un instituto cristiano en Kansas. Un representante de la escuela dice que era conocida por su buen testimonio.
En otras ocasiones, Shults habló sobre cómo sentarse en la silla del capitán le daba "la oportunidad de testificar sobre Cristo en casi todos los vuelos".
Llamó la atención los "nervios de acero" de la profesional, que no perdió la calma ante la posibilidad real de caída. En la grabación de audio entre Shults y la torre de control, se puede oír tranquilamente explicando lo que ha salido mal.
Para Virginia Shults, suegra de la piloto, la fe fue determinante a la hora de salvar a los pasajeros. "Yo sé que Dios estaba con ella y sé que ella estaba hablando con Dios", dijo. Con información de Reuters y CBN