Se ha introducido en las filas del Cristianismo, esta "tragedia" de cobrar por predicar la palabra de Dios, y esto tiene una antigüedad aproximada de entre 20 y 25 años atrás de sus comienzos, en los que predicadores y cantantes comenzaron a pedir "una cuota".
Ante esto, con todo mi corazón quiero decirles... miren en 1º de Corintios cap. 9-18 La Biblia dice: cuál es mi galardón? (dice el Apóstol Pablo), que predicando el evangelio presente gratuitamente el evangelio de Cristo.

Cuando una persona le comenta a una alianza de pastores que, necesita 500 dólares diarios, o 10.000 dólares diarios, yo siempre le digo a los hermanos pastores, "no lo vuelvan a invitar", porqué?, porque miren, si alguien viene a mi y me pide que vaya a predicar a un país y me pregunta "¿cuáles son sus honorarios?", que por cierto ya me lo han preguntado, me han dicho que sí que el predicador que estuvo aquí hace dos semanas nos cobró 500 dólares la noche, y yo les respondí "ustedes tienen la culpa por invitar a esa clase de personas", porque aunque suene duro, esas personas no son hombres de Dios, entonces que va a necesitar me preguntaron?, les dije, deme un hotel y un avión, y si no pueden para un hotel, hospédenme donde quieran o donde puedan, y en cuanto a ofrendas, si me quieren dar pues bien, pero si no, no importa, yo no les voy a pedir ninguna ofrenda, "porque yo no voy por la ofrenda", yo voy porque estoy seguro de que Dios quiere hablar un mensaje en esa ciudad, y si Dios me está mandando a travéz de ustedes, pues Dios será el que me va a bendecir, "me den o no la ofrenda".

Algo aconsejable para los ministerios, cuando realicen reuniones especiales, es invitar a ministros a los cuáles se pueda solventar los gastos, no invitar "a tantos" y no poder dignificar la obra de cada uno. Muchas veces estamos tratando de "entretener" demasiado a la gente sin que esa obra sea de Dios, porque si es de Dios, Dios provee. "la obra de Dios hecha a la manera de Dios, tiene la bendición de Dios".

Dr. Armando Aldúcin